
Mindset Para Mamás Católicas
Este Podcast está diseñado exclusivamente para las mamás católicas que buscan cultivar un mindset positivo y espiritual en su vida cotidiana. Descubriremos juntas como ser las mamás que nuestros hijos merecen sin dejar de ser las mujeres que Dios creo.
A través de reflexiones inspiradoras, consejos prácticos y entrevistas edificantes, te acompañaremos en el viaje de fortalecer tu mentalidad, encontrar la alegría en los desafíos y descubrir cómo la fe puede ser tu guía para ser una mamá feliz y llena de gracia. ¡Prepara tus audífonos y tu café, porque aquí compartiremos todo sobre ser mamás con un toque de fe!
Mindset Para Mamás Católicas
33. Celebrando la Vida Cada Dia! (reflexion de mi cumpleaños No. 42!)
Y tu eres de las que celebran su cumpleaños? ... yo la verdad no mucho!
Creo que como mamá siempre me preocupo y me ocupo 😁 del cumpleaños de mis hijos, pero la verdad cuando se trata de mi cumpleaños quisiera que nos saltaramos el dia del calendario 🙈, y este año debo confesar que fue especialmente dificil; pero como siempre mi Señor me recordo el gran regalo que es cada dia y todas las bendiciones grandes y pequeñas que la vida nos da (aunque muchas veces no lo apreciamos )y quiero compartirlo contigo!
Este episodio es muy corto, pero espero que te guste, que te inspire o al menos te entretenga lol! 😂
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¿Eres de esas mamás que, mientras rezan el rosario, también piensan en lo que cocinaran para la cena? ¿O mientras trabajas estás pensando en tus hijos? ¿O mientras estás con tus hijos, solo piensas en que necesitas tiempo para ti? Entonces llegaste al lugar correcto. Bienvenida a Mindset para mamás católicas. Aquí vamos a reír y crecer juntas, mientras aprendamos a cuidar de nuestra salud espiritual, física y mental. No importa si estás lidiando con pañales berrinches o con teenagers incomprendidos. Este podcast es para ti. Vamos a disfrutar de entrevistas fascinantes, reflexiones espirituales y consejos prácticos para mantener tu paciencia intacta O bueno, casi siempre Mientras navegamos por la emocionante montaña rusa de la maternidad, porque aquí, si algo sabemos hacer bien, es enfrentar cada día con esperanza, amor y un poquito de caos organizado. Sintoniza cada semana Mindset para Mamás Católicas y únete a esta aventura celestial. Muy buenos días.
Speaker 1:Bienvenida a otro episodio de Mindset para Mamás Católicas. Nuestro tema de día de hoy es acerca de celebrar la vida. Yo sé que si tú eres mamá, seguramente cuando se acerca el cumpleaños de tus hijos, pues está una celebración en tu casa, ¿verdad? Si es el pastel, los amiguitos que van a venir a acompañar a tu hijo, a tu hija, las decoraciones, la comida, los regalos, etc. Pero tal vez a ti te pasa como a mí cuando se trata de tu cumpleaños, pues, como que lo que menos piensas es en celebrar, ¿no? Entonces? bueno, el día de hoy este episodio es más bien una reflexión personal. Debo confesar que es más inspiración de último minuto del Espíritu Santo para compartirte. Y bueno, vamos a empezar. Te vas a estar preguntando ¿cómo empezó esta inspiración del Espíritu Santo?
Speaker 1:Bueno, yo acabo de celebrar mi cumpleaños hace muy poquito y la verdad es que no me encanta celebrar mi cumpleaños, como que de niña nunca fue como que la celebración de cada año, como que, pues, obviamente no había mucho tiempo, no había mucho dinero, entonces, de todos mis cumpleaños, yo solo recuerdo, creo que cuando cumplí nueve años, que fue la fiesta, el pastel, los regalos, como que realmente fue una celebración para mí Además de ese cumpleaños, pues, no recuerdo otro. Si lo tuve, tal vez lo tuve más chiquita, pero no lo recuerdo. Y ya, como adolescente me acuerdo que creo que cuando cumplí 14, mi mamá me dejó invitar a unos amigos a la casa. Entonces, ya sabes, música, papitas, refrescos y demás. Pero me acuerdo que justo el chico, del que yo estaba enamorada, ya sabes ¿no, mi crush a los 14, se fijó en mi mejor amiga, ¿no? Y la agarró a besos.
Speaker 1:Entonces, pues, obviamente, ¿no, Fue un cumpleaños muy padre, ¿no? Y luego creo que cuando cumplí 15, bueno, cuando cumplí 15 yo no tuve fiesta de 15 años. Mi celebración de 15 años fue en los 15 años de otra, cumpleaños el mismo día que yo, pero que su fiesta coincidió con el día de mi cumpleaños. Entonces, pues tampoco fue padre, ¿no? O sea, me divertí, no te voy a decir que no, pero pues como que no. No es muy bonito pensar que pues deberías estar celebrando tus 15 años, ¿no? Y estás celebrando los 15 años de alguien más.
Speaker 1:Entonces, como que mis cumpleaños nunca fueron como que mi máximo en la vida, ya, de que en los trabajos, pues sí, era como que celebración el cumpleaños de las personas y compraban comida y el pastel y demás, pero pues, obviamente para tener un rato de distracción y de no trabajar.
Speaker 1:Entonces, pues, como que te digo, mi cumpleaños, como que realmente, como que nunca fue mi máximo, aunque bueno, la verdad es que también ya más mayor. Pues me daba el lujo de irme de vacaciones al menos el fin de semana, así, con el lujo de irme de vacaciones al menos el fin de semana, no así con el pretexto del cumpleaños. Pero pero, como que siento que ahora, ya que lo reflexionó, siento que era más como una forma de escaparme, no como de que sí, sí, sí, que pase el cumpleaños rápido, no, o sea como que estar enfocada en otra cosa y no realmente en que era mi cumpleaños entonces. Pues, así, así fue mi vida, ella los años másentes ya, en mi matrimonio.
Speaker 1:Pues, la verdad es que los primeros años, si hacíamos algo en mi cumpleaños, pues era porque yo lo planeaba. Digo no, es que a mi esposo no le importa, pero pues es muy distraído mi esposo ¿no? Todas las fechas, todo, ¿no? Y ella empieza como que ya va a ser tu aniversario, papi, o ya va a ser el cumpleaños de mami, ya viene Mother's Day, entonces ella me ayuda, es la agenda personalizada de mi esposo, ¿no? El recordatorio personalizado, todo le recuerda. Entonces como que ya eso ayuda, pero again, como que no soy big fan de mí y mi cumpleaños, de manera personal, como que nunca me había encantado. Este año en particular ha sido pues un poco más difícil, porque en los últimos seis meses hemos perdido a tres personas muy cercanas a nosotros, y la más reciente fue una persona que yo te había compartido, muy, muy cercana a mí, ¿no, una hermana en Cristo.
Speaker 1:Entonces, híjoles, la verdad es que yo lo último que quería, pues, era celebrar el cumpleaños, pero pues ya sabrás mis hijos y el pastel y no sé qué. Y dije ok, vamos a hacer algo. Pero estaba yo así como que la verdad estaba yo buscando pretextos para cancelar, pero pues no me dejaron cancelar. Entonces dije yo bueno, que hagamos algo chiquito aquí en la casa, celebremos el cumpleaños, pues, a ver cómo nos va. Y la verdad es que sí, fue. Te tengo que decir que fue un día muy difícil, o sea de entrada nada, creo que, bueno, no, nada, pero yo creo que no sé, tal vez no sé. La verdad es que creo que de cinco cosas que planeamos, tres no salieron, o sea de esas cosas que dices tú bueno, ya, mejor me relajo y me tranquilizo, y Dios sabe por qué pasan las cosas, ¿no?
Speaker 1:Entonces, como que todo el día teníamos diferentes cosas que hacer y pues no se pudieron hacer la mayoría. Pero bueno, sí, vinieron, vinieron muy poquitas personas a la casa a celebrar con nosotros. Obviamente mis hijos me apapacharon desde temprano, me dieron mis regalitos, todo su amor, o sea muy apapachada estuve desde que desperté, ¿no, con mis hijos y mi esposo, pero pues, sí, tenía esa sensación así como que agridulce, ¿no? Porque una de las personas que siempre tenía bien presente en mi cumpleaños, que siempre estaba y, sí, yo creo que siempre estuvo en mis cumpleaños los últimos años, fue esta hermana que partió a la casa del padre hace muy poquito tiempo.
Speaker 1:Entonces, pues, obviamente yo tenía el sentimiento de tristeza y así como que, ay, no sé una parte de mí, como que estaba esperando verla llegar. Y cuando vi llegar a su esposo sin ella, fue fue duro. Tengo que decir que fue duro, pero bueno, yo sé que ella está bien, pero pues, mi humanidad sigue sufriendo, por decirlo de alguna forma, Sigue sintiéndose triste. Yo sé que ella está al lado del Señor, al lado de nuestra Madre María Santísima, disfrutando de la gloria eterna. Yo sé que ella está allá, pero no deja de ser duro.
Speaker 1:Realmente, ay, si fue el cumpleaños, así como que I'm not very happy, pero bueno, pasó el cumpleaños. Al día siguiente me desperté con esta sensación, bueno, no, con esta sensación, con este pensamiento de gracias, señor, porque ya pasó el cumpleaños. Que bueno, chao hasta el siguiente año. Ya, no tengo que volver a pensar en esto y te cuento que a mí me gusta hacer mi diario o el journal todas las mañanas, y me ayuda mucho a empezar bien el día. Me ayuda mucho a dar gracias, me ayuda mucho a recordar las cosas, los sucesos que fueron bien, las cosas que fueron bien del día anterior. Me ayuda a ponerle a sus pies al Señor, mis proyectos, mis planes, todo lo del día.
Speaker 1:Normalmente el journal que yo hago son como de siete etapas Es un journal, es un proceso, más bien, no es un journal, es un proceso que he aprendido con Metanoia Catholic, y es un proceso largo. La verdad es que yo soy medio lenta y me toma mucho tiempo. Entonces no es algo que yo haga todos los días, a menos que tenga, así como que algo dándome vueltas a la cabeza o algo preocupándome, o algo así como que necesita, como que, you know, go deep, como que realmente necesito conectarme con el Señor. Y, bueno, ojalá yo pudiera conectarme con Él todos los días, Pero por cuestiones de tiempo y again, porque soy medio lenta para esto de la meditación y de hacer silencio, normalmente no lo hago, pero decidí hacerlo porque como que tenía algo que me estaba molestando en el corazón ¿no, cuál es tu interpretación de los pensamientos, de las emociones que estoy sintiendo, de las acciones que estoy haciendo o no haciendo, etcétera?
Speaker 1:Y el Señor me hizo una, o sea, no sé si decirlo, así que Él me hizo una pregunta. Pero cuando tú haces meditación espiritual con el Señor, a veces se te viene a la mente un pensamiento, no sé una canción, una parte del evangelio, una escena de una película, un recuerdo, etc. A veces el Señor te habla Y lo que el Señor me preguntaba, por todo lo que yo lo estaba presentando en el momento, era o fue ¿qué necesitas para seguir? Porque yo estaba con todos esos sentimientos todavía de que es que ya no está mi hermana, es un vacío que siento porque es una pérdida grande. Al mismo tiempo, estoy como que atorada en algunas cosas, en este proyecto con Mindset para Mamas Católicas, porque es un proyecto que requiere tiempo, que requiere también dinero. Obviamente, mi realidad es que también mis finanzas, mis bills, mi mortgage necesitan también dinero. ¿no? y para el dinero, pues, necesito trabajar y mi trabajo es muy absorbente, es muy demandante, es muy estresante.
Speaker 1:Entonces, como que me cuesta seguir con el proyecto del podcast y con los otros proyectos que tengo alrededor de todo esto. Entonces, como que llegó un momento en que estaba yo así como que overwhelming, y esa era una de las razones por las que te voy a estar bien honesta Yo no quería celebrar mi cumpleaños. ¿cómo voy a poner a celebrar mi cumpleaños? Una, no quiero Dos, no tengo tiempo, tengo mucho trabajo, estoy atrasada, tengo que hacer esto, tengo que hacer aquello O sea.
Speaker 1:Como que andaba yo con todos esos pens y todo eso fue lo que le opuse a sus pies, al Señor, cuando estaba haciendo mi meditación espiritual, y me dio esta pregunta ¿qué necesitas para seguir? y la respuesta vino no de mi mente, no de mi razón, vino de mi corazón. Te necesito a ti, señor, solamente te necesito a ti. Y créeme que se los dije con todo el amor, con toda la honestidad, con toda la humildad, y es cierto, lo único que necesito para seguir sin importar, no-transcript muy bonitos, que yo no había apreciado el día de ayer y que los quiero compartir contigo.
Speaker 1:El primer regalo que el señor me dio el día de mi cumpleaños, aparte de los que ya te mencioné, fue el diploma de college de mi hijo mayor. Fue el diploma de college de mi hijo mayor. Como ya te he compartido, yo tengo cinco hijos. El mayor tiene 21 años, casi 21 años, y bueno, este año se está graduando del college. Todavía, va a ser otro año más porque él quiere trabajar con los firefighters, pero digamos que su programa ya terminó en el college.
Speaker 1:Entonces justo llegó, bueno, justo mi cumpleaños, perdón, llegó su diploma. Y de verdad que no sabes la alegría, el orgullo tan grande, ¿no? I'm super proud de mi hijo, pero también me recuerda que esto no fue fácil, que no fue fácil, porque el camino de ser mamá no es fácil. Tienes que lidiar con muchas cosas, tienes que doblar rodilla, creo que prácticamente todos los días, ¿no?
Speaker 1:Y se me vino a la mente la cantidad de veces que yo acababa llorando, desesperada, diciéndole al señor, señor, perdóname, pero no puedo. Me rebasa, este muchachito, o sea es demasiado para mí. No sé qué voy a hacer. Ya le dije. Ya le hice, ya le quité. Ya le di, ya me peleé. Ya le grito nie. O sea, ya no puedo más. Ya, no sé qué más hacer, o sea no sé cómo hacerlo entender, no sé cómo hacer para que me entienda, no sé cómo hacer para comunicarme con él, no sé cómo hacer para que hable conmigo.
Speaker 1:Porque mi hijo tiene un carácter fuerte, es poco expresivo y obviamente en la adolescencia todos los chicos se vuelven complicados. El mío no fue la excepción Y sobre todo hubo momentos muy duros, porque eran momentos o era una etapa en la vida en la que yo ni siquiera podía conmigo misma, con mis emociones, con mi dolor, con mis recuerdos del pasado. Yo tuve que aprender a sanar yo misma para poder ayudar a mis hijos a sanar lo que ellos traían también, sobre todo él, el mayor, porque pues, desgraciadamente, con los mayores a veces es cuando más echamos a perder, son los que les toca muchas veces, pues, nuestras inseguridades, nuestros miedos, lo que traemos cargando del pasado, etcétera. Y a mi hijo mayor no le fue muy bien conmigo en sus primeros años, lo tengo que reconocer. Entonces hubo muchos momentos en los que yo decía Señor, ayúdame, porque yo no sé qué hacer, y mi Señor, con todo su amor y con toda su misericordia, nos mandaba la respuesta, la solución a través de alguien No sé, no sé.
Speaker 1:La verdad es que fueron muchos, muchos momentos, te lo tengo que decir, que yo acababa llorando diciendo Señor, no puedo más. Ay, perdóname, soy la peor de las madres. No sé qué estoy haciendo, no, ni idea, o sea. Este muchachito de verdad me sobrepasa. Fue muy difícil En algún momento.
Speaker 1:También me acuerdo, cuando estaba decidiendo que quería estudiar, cuando estaba en la high school, cada vez que yo le preguntaba ¿qué vas a estudiar? No sé¿ Qué vas a estudiar? No sé¿ Qué vas a estudiar? No sé, híjole. Y yo que soy tan desesperada y tan ansiosa, tan así, tan aprensiva.
Speaker 1:Híjole, no sabes cómo me causaba ruido que me dijera siempre no sé ¿no Decía ¿cómo es posible que no tengas ni una idea de qué quieres estudiar? Al menos pues, al menos una pista ¿no De hacia dónde quieres ir, qué quieres hacer, o sea? y yo siempre les decía tienes que decirme tú qué quieres hacer, yo no te puedo decir qué quieres hacer. Yo ya tomé esa decisión hace años. Si me fue bien o me fue mal, esa es otra historia, pero yo ya tomé esa decisión. Tú tienes que tomar una decisión, porque no se trata de que yo elija, no es mi vida, yo ya viví esa parte. Tú tienes que escoger algo que te guste, algo que quieras hacer, algo que te veas haciendo todos los días. Porque la mayoría de los chicos y lo hemos visto muchas veces se meten a carreras o se meten a programas, nada más. Porque los amigos van para ese programa, porque la novia va a ese programa o porque se oye muy padre.
Speaker 1:Pero ¿qué hacen en su día a día? ¿Cuál es la realidad? ¿De qué viven? ¿En qué trabajan, dónde pueden encontrar trabajo? les preguntas y no tienen ni idea. De verdad, no sabes la cantidad de veces que hemos visto chicos que entran a un programa y a mitad del, ni siquiera a mitad del programa, a mitad del semestre ya se salieron y otra vez se meten a otro programa y así están saltando de un lado a otro y pues nada más. Están endeudando porque pues hay que pagarle.
Speaker 1:El college, la universidad y los colleges son muy, muy caros aquí en Canadá, en Estados Unidos, bueno, en todos lados, bueno no sé si en todos lados, la verdad ya no sé cómo es la educación en México. Yo tuve el privilegio de estudiar en el Instituto Politécnico Nacional y, comparado con lo que se paga aquí en el college, pues fue nada y el nivel de educación es excelente, fue excelente. Confío en que todavía lo sea, no lo sé realmente, realmente no me consta, pero el precio es caro. Entonces, ver chicos que se endeudan en programas, en carreras que ni siquiera van a ejercer porque no les gustan, pues es bien feo. Te voy a hacer honesta era una de mis preocupaciones que mi hijo se enrogar en un programa que realmente ni le gustaba y que ni le iba a servir y que ni iba a terminar.
Speaker 1:Gracias a Dios no fue el caso. Terminó su programa, lo disfrutó, le echó muchas ganas. La verdad es que esa era otra preocupación Que realmente la escuela, pues, como que nunca fue algo que le encantara. No que le encantara, sino como que la hacer tarea ¿no? Sus calificaciones, cuando se trataba, por ejemplo, un examen o algo así, pues siempre eran buenas, pero cuando se trataba de hacer trabajos o proyectos, como que eso no era lo suyo. Por más, créeme, o sea, tratamos y batallamos y demás Híjoles, fue una lucha. Una lucha porque pues, es la forma en la que él aprende y en la que él trabaja.
Speaker 1:Dios nos da diferentes dones y talentos. Eso es algo que me ha costado mucho aprender con mis hijos De entrada que tus hijos no son una copia tuya. Si son tus hijos y pueden tener muchas cosas tuyas, pero no son una copia tuya. Entonces, si tú fuiste excelente estudiante, eso no quiere decir que tus hijos sean excelentes estudiantes. Si tú amabas hacer proyectos, si tú amabas dibujar a lo mejor, tú amabas leer o hacer investigación, no quiere decir que tus hijos van a tener esos mismos gustos.
Speaker 1:Tú puedes tratar, y créeme que yo he tratado con todos mis hijos de inculcarles el amor por leer, y no todos aman leer. Lo he hecho, creo que de la misma forma, con los cinco, y créeme que de los cinco. Creo que solamente es mi hija, son mis hijas las que pueden estar horas con el libro. Los otros, sí, agarran un libro, pero más porque yo los obligo y los ando puchando porque ellos quieran, ¿no? Y es algo que yo amo, pero es algo que ellos no.
Speaker 1:Entonces he aprendido con el tiempo a respetarlos en su individualidad, pero no fue fácil. Entonces te digo la lucha para que mi hijo escogiera carrera y que fuera una carrera en la que él pudiera realmente pues florecer, por decirlo de alguna manera, ¿no? Que realmente fuera algo que le gustara, que le interesara, porque, again, yo puedo andar atrás de él todo el tiempo y presionarlo y demás, pero si no te gusta la carrera, o sea, llega un momento en que los chicos pues truenan las materias, reprueban, simplemente dejan de ir no sé. Entonces, para nosotros, el ver que nuestro hijo se graduó, el haber recibido su diploma justo el día de mi cumpleaños, híjoles, fue algo bien bonito, bien significativo y, again, yo soy de las personas que creen que las cosas no pasan por accidente. Creo que creo que algo me estaba diciendo el Señor al darme ese regalo Cuando me lo enseñó mi hijo así, mira, mamá, llegó mi diploma. Pues, así, como que ay, gracias, señor, de verdad, best birthday gift ever? no, realmente contenta, muy orgullosa y también muy agradecida con el Señor, porque yo sé que yo o nosotros, mi esposo y yo, por nosotros mismos jamás lo hubiéramos logrado.
Speaker 1:Definitivamente, esto es obra de Dios, obra de su amor, de su misericordia, de la intercesión de nuestra madre María Santísima, que nunca, nunca me dejó tirar la toalla, que siempre me consolaba, me ayudaba, me daba fuerzas para seguir perseverando, para perseverar las cosas en las que teníamos que perseverar, para tener la humildad y decir perdón cuando teníamos que decir perdón, para aceptar que yo nunca fui perfecta, que nunca lo soy, que nunca lo seré y que había cosas que yo tenía que cambiar de mí misma para poder ayudar a mi hijo, para que él pudiera mejorar, para que él pudiera seguir adelante también. Y pues, sí, la verdad es que el camino ha sido largo, pero de verdad que este diploma se logró, gracias a Dios, definitivamente sí, no-transcript sobre todo económicos de que pueda seguir con el proyecto. Y me dejó sin palabras. Qué bonito el saber que compartimos la misión, que yo no estoy sola haciendo esto, que tengo a mi esposo que me apoya, que me ayuda, que cree en mí, que cree en este sueño tan grande que el Señor puso en mi corazón y que está orando por mí. Eso se me hizo tan bonito y la verdad es que, como que no lo había, yo realmente no le había dado todo el valor que tiene la oración de mi esposo por este proyecto.
Speaker 1:Por mí Fue un regalo bien, bien lindo. Y bueno, te cuento que el último regalo que recibí de parte de unos amigos fue una bolsa de dulces, una bolsa de dulces mexicanos, y cuando yo la vi, lo primero que mi vista enfocó fue un duvalín de vainilla con fresa. Y no sabes lo feliz que me hizo, de verdad, me acuerdo y sonrió. Sonrió porque el duvalín de vainilla con fresa era mi dulce favorito cuando yo era niña. Entonces se me hizo tan padre porque me recordó cómo puedes tener alegría en cosas tan, tan pequeñas, tan simples, y también me recordó la alegría que yo sentía de niña cada vez que me comía un duvalín de fresa con vainilla.
Speaker 1:Yo tenía también este pensamiento, estos pensamientos alrededor de mi cumpleaños, de que, oye, ya estoy, ya pasan los 40, ¿no, ya, estoy como que muy mayor, ya, como que me estoy volviendo vieja? ¿no, ya, como que estoy old. Y de inmediato tenía el pensamiento que, ok, pero es que no me siento vieja, o sea como que hay una desc de mi realidad, con la manera en la que me siento, porque no me siento vieja. La verdad, te lo digo con toda honestidad y con toda humildad no me siento vieja, o sea digo no me siento una chicuela de 20 años, pero hay tantos sueños que todavía tengo en el corazón, hay tantas cosas que quiero lograr, hay tantas mamás, como tú, que quiero conocer, que quiero ayudar y de las cuales quiero seguir aprendiendo y creciendo.
Speaker 1:Híjoles, es que, de verdad, esta alegría y este gozo tan grande que me da cada vez que puedo conectar con mamás, cada vez que puedo ayudarlas, cada vez que puedo aprender de ellas, que puedo ayudarlas a llevar sus negocios, sus emprendimientos, sus misiones a otras mamás, híjoles, no te puedo describir la alegría tan grande que me da. Entonces, de verdad, no me siento vieja, y este dulce me lo recordó, o sea, sí, no dice la palabra que tenemos que ser como niños para entrar en el reino de los cielos. Entonces, bueno, pues, de verdad que este regalo me hizo sentir como niña, fue bien, bien bonito Y bueno, esos tres regalos que recibí, tal vez pues tú digas ay, qué simple, con qué poco se conforma, pero me dieron tanta alegría, me dieron, creo que, justo lo que yo necesitaba recibir el día de mi cumpleaños? ¿no? El amor de mi esposo, el que me recuerda que él cree en este proyecto, que él cree en mí, que confía en mí, que me apoya, que me ama. Wow, fue bien, bien lindo. ¿no?
Speaker 1:El poderte compartir también, el poderte dar mi testimonio, ¿no?
Speaker 1:De los aciertos y de los errores que he cometido con mis hijos, ¿no? En estos más de 20 años siendo mamás. Pero también el poderte compartir los frutos de la oración, los frutos del amor de Dios, los frutos de llevar a tus hijos cada domingo a la misa, de estar cada fin de semana perseverando en el grupo, de dejar de sacrificar las cosas del mundo por las cosas de Dios. Déjame decirte y déjame compartirte que da frutos, sí, da frutos. Dios es fiel, dios responde tus oraciones, dios no nos abandona, Dios te bendice cuando dices sí a la vida. De verdad, es bien, bien bonito Este regalo de poderte yo compartir todos los frutos que el Señor ha hecho.
Speaker 1:Que puedo yo ver el día de hoy con mi hijo? Y bueno también el celebrar la vida, este gozo y esta alegría que tenía de niña cada vez que tenía un duvalín en la mano, que me recuerda que estoy viva, que puedo tener alegría en las cosas más simples. En Puedo tener alegría en las cosas más simples, en las cosas que son gratis Bueno, los ovalines no son gratis, pero en cosas tan simples como abrazar a tus hijos, como abrazar a tu marido, como compartir con la gente que amas El simple hecho de salir y respirar y tener el sol en tu cara y el aire en tu rostro. Estas cosas tan simples, tan hermosas pero tan significativas en el día a día.
Speaker 1:¿vale la pena celebrar la vida? Sí, claro que vale la pena celebrar la vida, sin importar los años que estés cumpliendo, sin importar si estés en cumpleaños o no. Celebra la vida cada día. Yo sé que, como mamás, a veces lo último que tenemos es tiempo para celebrar nuestra vida, pero vale la pena.
Speaker 1:Vale la pena tomarte un momento, mirar hacia el cielo y decir gracias, señor, gracias, señor, por este día que me puedo levantar y hacer lo que tengo que hacer. Porque, es cierto, hay mucho que tenemos que hacer cada día. Tenemos que trabajar, tenemos que orar, tenemos que seguir creciendo de forma personal, tenemos que estar al frente de nuestros hogares. Pero lo demás, lo demás está en manos de Él, siempre confiando, siempre esperando, siempre sabiendo y creyendo que tenemos un Padre en el cielo que no nos abandona una Madre hermosa que es la Reina del Cielo y de la Tierra y que siempre, siempre, siempre, intercede por nosotros.
Speaker 1:Esta fue mi reflexión acerca de mi cumpleaños número 42. Espero que la disfrutes, espero que te inspire, que te sirva, que al menos te haya entretenido Y, bueno, pues, espero también que Nuestra Madre, maría Santísima, que Nuestro Señor te recuerden que cada día es un regalo, que cada día tenemos la oportunidad de echar para adelante, de seguir creciendo, de hacer lo que nos toca hacer, pero también de poner todo, todo, todo, siempre en las manos del Señor. Que Dios y Nuestra Madre, maría Santísima, te acompañen, bendiga, en tu camino y nos vemos muy pronto. Bye, bye.